Trajes de amazona


ENTREVISTAMOS A LA DISEÑADORA MARGARITA GONZÁLEZ


—¿Cuándo hiciste tu primer traje de amazona?
—Hará unos 15 años. Es una disciplina muy diferente que requiere un conocimiento profundo de la indumentaria.

—¿Cuántas clases de traje de amazona existen?
—Hay genéricamente dos tipos, el rondeño y el campero. La indumentaria rondeña es la que conocemos por muchos cuadros y tapices de Goya. Los trajes de amazona a la rondeña utilizan tejidos y adornos ricos, como el terciopelo, permitiendo mucha fantasía en accesorios y alamares. El traje campero es mucho más austero. Tiene una elegancia sobria que nos cautiva, con una marcada pureza de líneas y un corte impecable. Y a la vez resulta muy cómodo de llevar, en el pasado para las faenas de campo, hoy día para paseos en Feria, concursos y exhibiciones.
Dentro de ambos estilos, campero y rondeño, conviven muchos diseños diferentes. Lo importante es que, en uno y otro caso, las creaciones se ajusten al rigor que requiere el traje de amazona para pasear a caballo por una feria.

—¿Qué experiencia de diseño en sastrería tenías?
—Yo más que sastrería hablo de costura, tanto para señora como para caballero. La sastrería tiene unos cánones que yo en muchos casos no sigo, porque pretendo innovar dentro de este fascinante campo, e imprimir mi sello propio en las prendas. El traje de amazona, sea goyesco o campero, requiere un amplio dominio de la indumentaria, y por supuesto rodearte de personas que lo tengan también: ayudantes, cortadores, aprendizas, modistas, sastras…
Por cierto, que habitualmente sólo se habla de sastres, cuando en las sastrerías de siempre, que ostentaban nombres masculinos, había mujeres con una maestría impecable, que ponían el alma y la máxima destreza en las prendas que salían de su taller. Desde aquí envío mi pequeño homenaje a aquellas profesionales eminentes.

—¿Cuáles son tus diseños de costura preferidos?
—Todo tipo de prendas de manga: chaqueta, abrigos, chaquetones, pellizas. Para dominar tales prendas estuve formándome con sastres y sastras, modistas, tejedores, acabadores, tintoreros, fabricantes de tejido…

—¿Qué tejidos sueles utilizar?
—Para los rondeños suelo usar terciopelos y velvetón básicamente, alguna vez utilizo pañería o bien lanería, depende. Para los camperos con sombrero de ala ancha utilizo alpacas, tejido de gabardina, y lanas lisas, con rayas, o con espigas.

—¿Ha cambiado mucho el traje de amazona en un siglo?
—No. Hay naturalmente casos en los que se infringen las normas y se desvirtúa la esencia de lo que pretendemos conservar, el arquetipo.

—¿Cuál es el secreto de un buen fajín?
—Que se integre bien con la indumentaria, destacando lo suficiente para que se haga atractivo sin apabullar. Es decir, cumpliendo lo que para mí es más importante de todo: la armonía. La elegancia en cualquier tipo de vestimenta implica, en mi opinión, armonía.

—¿No se pasa calor en Sevilla o Jerez así vestida, al sol y en primavera?
—Por lo general se coge un tejido de grueso intermedio (goyesco terciopelo de algodón o de seda). Las telas naturales abrigan más si hace frío y dan menos calor cuando el tiempo es caluroso.

—¿Cuántas pruebas haces para un traje de amazona a medida?
—Las que necesite la persona, por lo general tres. Si por cualquier circunstancia se requieren más pruebas, se hacen. Lo esencial es que la amazona vaya cómoda, no olvidemos que el uso del traje es estar erguida y moviéndose encima de un caballo.

—¿Ha sido premiada alguna vestimenta tuya en el concurso de la Feria?
—Mis clientas sólo han empezado a concursar hace tres años, y en este plazo han ganado en dos ocasiones el premio a la mejor indumentaria.

—¿Qué sombreros de amazona prefieres?
—Todos me parecen exquisitos, sean rondeños o sombreros de ala ancha.

—¿Cómo debe ser el peinado?
—En todos los casos, un moño bajo perfectamente definido, sin mechones sueltos. También se admite en la ropa vaquera una cola de caballo, si el pelo no es muy largo, con un sencillo lazo negro.

—¿Qué joyas y accesorios recomiendas?
—Una amazona vestida con rigor y elegancia no puede en ningún caso exhibir una flor, ni tampoco pendientes grandes. Lo más habitual son unas perlas. Bajo ningún concepto argollas, ni pimientos de coral.

—¿Prefieres el traje campero en tonos oscuros o claros?
—Me gustan indistintamente, suelo elegir lo que en cada caso favorezca más a la clienta.

—Háblanos de las camisas.
—Al tener ya la chaquetilla y el chalequillo tanta riqueza de ornamento, procuro que la camisería lleve los detalles justos para acompañar, sin recargar el conjunto, porque en mi opinión un exceso de adornos vulgariza la indumentaria.

—Los alamares y botones tan llamativos en los trajes rondeños, ¿dónde se obtienen?
—Es una de las singularidades que te permiten este tipo de traje, tales adornos armonizan muy bien con la riqueza del terciopelo, el tejido habitual en los rondeños. Las amazonas de familias con tradición ecuestre disponen normalmente de caireles y botonaduras, que también se pueden encontrar en los anticuarios, o bien encargarse directamente a orfebres y joyeros.

—¡Enhorabuena por los premios que has ganado en estos años, espero que siga la racha!
—¡Gracias! Las jóvenes amazonas disfrutan como locas, y yo también.

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